ANÁLISIS DEL PRIMER
CAPÍTULO: UQBAR, ORBIUS TERTIUS Y TLÖN:
Hay dos formas de escribir la historia del mundo: con
testimonios escritos o con edificios y lo demás, vuela sin poder ser atrapado.El
relato habla las tres dimensiones del espacio y de la dimensión temporal de
manera dispersa y asociada.
Todo comienza con un espejo que refleja un corredor de una
quinta calle, por lo cual, un espacio pierde una de sus tres dimensiones siendo
reflejo, pero esto, es harina de otro costal en esta ocasión.
Primero muestra de qué manera, en la búsqueda de un lugar,
siempre descubrimos nuevos establecimientos, por ello lo de Orbius Tertius y
Tlön como partes pertenecientes al mismo Uqbar. En ocasiones, encuentran
información por artículos, finales añadidos en la Enciclopedia Británica,… etc,
como también encontraron información acerca de otros lugares como Upsala.
Esa búsqueda incansable no conlleva solo descubrimientos
físicos, sino experiencias nuevas dotadas de todo tipo de hazañas y moralejas
que persistirán en nuestra memoria solo si nos percatamos de ellas y nos
cautivan.
Hablan desde métodos duodecimales matemáticos hasta
cualquier otra percepción que aflora de cualquier rama de ciencia o letra. Es
así puesto que explica como un espacio puede ser efímero y que esa
momentaneidad surge por la esencia viva de personas o incluso animales que
circunden la zona, es decir, que el mero hecho de que una persona pase por una
calle, la cambia en materia y esencia y esto, aunque suene muy entre
fundamentos teóricos, es así. La pátina de cada asfalto, los testimonios de
cada farola encendida de noche, el sonido o el silencio, no figuran inertes,
son dependientes de nuestras acciones y eso, es lo más bonito que puede aportarnos
un espacio.
Dicho es que los edificios son los documentos más
reveladores de la historia, es decir, los
espacios físicos.
El capítulo habla de cadenas de sucesos inesperados, de
medidas, de pasos, … y sobretodo y es a
destacar, que habla de un lenguaje.
Habla en la página 33 que Buckley, el inventor de la
enciclopedia Británica, ‘’sugiere una enciclopedia metódica del planeta
ilusorio (ya que los humanos creemos en el medio físico intocable en materia).
Les dejará sus cordilleras auríferasm sus ríos navegables, sus praderas
holladas por el toro y por el bisonte, […] ‘’La obra no pactará con el impostor
Jesucristo’’ (puesto que nuestro escritor no cree en la creación, sino en la
transformación). […]Buckley descree de Dios, pero quiere demostrar al Dios no
existente que los hombres mortales son capaces de concebir un mundo. (Y, sobre todo,
de escribir su historia).’’
Por percepción personal, diría que éste escrito nos aporta no
solo un idioma sino dos a entender y estudiar. El primero es el lenguaje de
Tlön que, con el paso del tiempo, se irá comiendo a los demás idiomas que se
hablan en el mundo y será un idioma mundial. Dicha forma de expresión se basa
en el habla adjetival, es decir, como bien explica, los tlöneros no hablan de
una luna, sino del claro sobre el oscuro o similares definiciones. Realmente,
los sustantivos permaneces inertes, helados, mientras que a los adjetivos se le
puede dar una connotación diferente guardando concordancia con el contexto que
tampoco es algo imperecedero, en resumidas cuentas, se trataría de un lenguaje
versátil, efímero, pasante, como el espacio del cual vengo hablando.
Cita: ‘’Pág. 36: […]Tlön será un laberinto, pero es un
laberinto urdido por los hombres, un laberinto destinado a que lo descifren los
hombres.’’
Y, para finalizar éste análisis, nuevamente, el segundo
lenguaje del cual hablamos es del espacio que se crea, por lo que, si
transitamos por una calle tlönera, hablando de un tema en concreto, pero cada
vez explicándolo de un modo distintamente adjetival, y a su vez, la esencia e
historias de esa calle se van torciendo y escribiendo de nuevas maneras,
podremos decir que estamos pisando la línea de la momentaneidad.
La importancia de éste suceso es que, vinculándolo con mis
estudios, puedo asegurar que jamás seremos arquitectos para la eternidad, para
la perpetuidad, ni nuestros edificios son hielo, constantes, pues son testigos
de valentía, de amores, de traición, de alegrías, y jamás podemos asegurar que
nada es para siempre.
Siempre nos quedaremos rozando entre diseño, proyecto,
construcción y ejecución y vivencias, la hermosa y atractiva línea de la
perfección, de la perennidad y, esa ilusión, es preciosa.
Ahora viene lo crucial de mi post-análisis y es que,
criticando y acentuando aquello de que el espacio es transitorio, voy a plasmar
de manera subjetiva mi idea de una maqueta.
Aunque parezca una contradicción, reitero, que es primorosa
la tarea de pensar, proyectar y construir una un espacio para crear
actividades.
Quiero ser arquitecta de actividades, de atmósferas, de
percepciones, sin duda alguna, descarto de mi cabeza la superposición de planos
como algo muerto.